¿¡Pelones cómo andamos!?
Espero que nadie haya pensado que como me dijeron aquello de "vida normal" me había olvidado de vosotros, de lo que nos une, ya sabéis. Para nada.
De hecho mi "vida normal" duró tan sólo cinco días. Me voy a explicar mejor: el viernes me dieron la noticia, pero me lo tomé con calma. El sábado tampoco quise hacer demasiados excesos. El domingo ya me marqué un pedazo de día... fui a Madrid, volví a Gran Vía, comí en Plaza de España y después fui a un pedazo de musical increíble, ¡¡La Kalabaza de Pippa!! Sí, el que está en el teatro Coliseum. Fui con varios amigos y la gran ilusión de asistir residía en que quiero mucho al Hada Asmara, una de los personajes. A ella le hacía mucha ilusión que yo pudiese ir (¡por fin!), y a mí me hacía mucha ilusión poder ir, poder verla, poder disfrutar de lo que me llevaba hablando tantísimo tiempo.

Lau... ¡menuda artista estás hecha! Aunque también quiero mandar un saludito desde aquí a Pippa, al Kapitán Makao... y como no, a ese Alí Babá que lo bordó y con el que me lo pasé tan bien.
¡Juanito, espero que estés pensando en la próxima, porque en cuánto salga quiero un buen plan, fenómeno!
¡Juanito, espero que estés pensando en la próxima, porque en cuánto salga quiero un buen plan, fenómeno!
Después de la función unas cañitas, mucha alegría, estaba siendo un día nuevo, especial, mejor incluso que los de antes de ser pelón. Lo disfruté de otra forma. Una forma que no soy capaz de explicar.
El lunes fui a clase y también se me removió todo por dentro... alucinante la sensación. El martes igual, muy bien.
El miércoles me tocaba consulta. Me habían bajado los neutrófilos a 300, volvía a estar neutropénico y eso que no era esperable, pero bueno. La noche del mismo miércoles ya no pude dormir, un dolor en el costado me estaba haciendo polvo. Al final acabé yendo a urgencias... el dolor ya era insoportable, se me escapaba de cada gemido que no era normal. El camino al hospital fue una odisea, tan sólo estando sentado recto no sentía tanto dolor, pero al más mínimo movimiento... me doblaban esas punzadas.
Me tuvieron en urgencias todo el día, por la noche me ingresaron y después de tres placas y un escáner malas noticias: neumonía y derrame pleural (en el pulmón...). Me dijeron que era normal todo ese dolor, y claro, he estado hasta hoy mismo con mórficos y semitumbado.
Me han estimulado las defensas con neupogén y he salido de la neutropenia, el dolor va bajando de intensidad y puedo andar, de hecho empiezo a pensar en el alta, pero sé que aún me quedan de ingreso algunos días más, porque me tienen atiborrado de antibióticos.
¿Vida normal? ¿Fin de ingresos? Debe ser que tengo algo parecido al síndrome de Estocolmo (adaptado al hospital).
La verdad es que el jueves y el viernes estuve un poco tocado moralmente, porque yo no debía volver a estar ingresado, pero bueno, otra vez toca tirar pa' lante y a ver si dentro de poco puedo seguir retomando mi "vida normal" poco a poco. Está visto que tanta ganas de querer comerse el mundo indigestan, jajaja.
Además el viernes era mi "primer" viernes con planes: cena mexicana más fiestecilla... y nada de nada. Volvíó a ser un viernes encerrado, un viernes entre sueros y medicamentos, un no-viernes.
En fin pelones, ya veis, toca armarse de paciencia porque nunca se sabe.
Besos y abrazos y mucha fuerza, ¡mis valientes!
Foto: el Kapitán con MI hada Asmara