sábado, 10 de noviembre de 2012

MÉDULA DE 10

Lo siento, he estado desaparecido.

Empezaré por el principio. El resultado de la médula fue perfecto. No había habido llamadas inesperadas en el mes, que casi tardaron en darme los resultados, con lo cuál fui bastante tranquilo.
La remisión sigue. Los bichos no han vuelto a aparecer. Aún así los resultados de mi última analítica fueron flojitos. Suponemos (los médicos y yo) que según pasen los días todo irá mejorando. Desde que estoy sin quimio de ningún tipo he notado un cambio considerable en todos los aspectos.

Ahora no paro de hacer cosas. De hecho hoy ya no puedo más. El cuerpo me ha dicho basta y me quedo en casa descansando, que lo necesito. Intento abarcar más cosas de las que aún me puedo permitir y llega el sábado por la noche y claro, no hay fuerzas ni para salir un rato.

La vida universitaria está siendo muy dura, no por el hecho de ir a clase, que voy encantado, si no porque vuelvo a suscribir lo de que la quimio deja fatal la cabeza. Veremos como acaba la cosa.

También os tengo que contar que voy a ayudar a Jose, el famoso padre de Guzmán, con un superproyecto. Ha creado una fundación que se llama como el blog que os he recomendado durante este largo camino tantas veces: UNO ENTRE CIEN MIL. Es una fundación sin ánimo de lucro que tratará de recaudar dinero con diferentes iniciativas para destinarlo a la investigación de la leucemia infantil. Empezamos con el proyecto corre, al que os animo para que le echéis un vistazo (y ya si colaboráis no os digo nada).
Supongo que es la mejor manera de agradecerle a la vida la segunda oportunidad que me ha dado.

Sé que a pesar del tiempo que ha pasado desde que escribí por última vez debería no ser tan breve. De hecho tengo mucho rollo para contaros. No he parado de hacer cosas, repito. Pero tengo un sueño que no es normal... y la cama me está llamando a gritos.

Lo que sí os voy a dejar es una foto con algunos de los enfermeros/as a los que he cuidado mientras estaba ingresado en el hospital. Efectivamente, he dicho "he cuidado".
Lo curioso de la foto es que por primera vez nos vimos sin batas, ni pijamas feos, y fuera del hospital. ¡Cómo cambia todo fuera del hospital!



¡Ah, ah, aaaaah! Se me olvidaba revindicar que a mi me ha salvado la vida la sanidad pública. Esa sanidad que ahora una panda de cabrones se están encargando de joder a golpe de privatización. 
Vaya panda de sinvergüenzas...

¡Volveré pronto, pelones!