lunes, 21 de noviembre de 2011

Día 501

¡Hola pelones! Había dejado esto unos días y se me han acumulado un montón de cosas para contaros.
Para empezar hablaré de mis nervios ópticos, y es que parece que los diuréticos están haciendo su efecto y tanto la inflamación como los derrames han disminuido considerablemente. Así que por esa parte, todo sigue yendo, aunque poco a poco, bien.

Como el tema médico parece controlado, pasaremos a los grandes momentos que he vivido últimamente: el domingo pasado vinieron SuperGuzmán y familia a casa. Fue una visita corta, a todos nos supo a poco, pero pasamos un rato muy agradable. Estuvimos hablando sobre estos meses que llevamos a las espaldas, y sobre todo, de lo positivo que hemos y seguimos sacando de la experiencia.
Planteamos una quedada para el puente de diciembre, a ver si pudiese ser, y nos gustaría que a los que os apetezca, os animéis y nos acompañéis. ¡Tenemos muchas ganas de conocernos todos!
Lo pasamos muy bien, la verdad. Y de recuerdo esta foto que queríamos compartir con todos vosotros.
Por cierto tendríais que ver que pelazo gasta Guzmán, menudos rizos rubios. Aunque tanto él como Martina estuvieron muy vergonzosillos y no hablaron mucho, nos dio mucha alegría verlos, y verlos tan guapos. Y bueno, con Jose y Eva, como siempre, un placer.

Bueno, y los demás ya lo sabéis, a ver si podemos organizar algo para el próximo puente :)

Este fin de semana también ha sido memorable. Resulta que hace un tiempo la madre de Edu me comentó que sus amigos harían una comida en el pueblo y me preguntó que si me gustaría ir. La respuesta por mi parte fue clara: sí. Y el sábado me llevaron a Tortonda, un pueblecito de Guadalajara (y digo pueblecito porque es pequeño, pequeñísimo... una chulada, vamos).
Primero me enseñaron el pueblo, en cosa de diez minutos (jaja), algunos de los amigos con los que me dejó el padre de Edu, y luego Enrique, su hermano, me llevó a la casa que mi pelón se estaba haciendo poquito a poco, y al bar que llevaba en el pueblo. Me había hablado en el hospital tantísimas veces de aquello, tenía tantas ganas de enseñármelo. Me sentí tan especial por estar ahí... ¡dónde vivía mi amigo! Una pasada, vamos.
Luego nos reunimos con el resto de amigos. A algunos les conocía, a otros no, pero la verdad es que rápidamente hicieron que me sintiese muy a gusto. Estuvimos comiendo, se alargó la sobremesa y acabamos empalmando con la merienda, luego con la cena, en fin, genial. Faltaba mi amigo, aunque estaba allí, porque yo sé que al igual que yo, todos estaban pensando constantemente en él.
Me enseñaron fotos suyas, y me contaron alguna de sus vivencias. Debía de ser un pieza, ¡pero de los buenos!

Me encantó la experiencia porque yo, por desgracia, no tengo amigos en común con Edu, no tengo con quién hablar de él y compartir batallitas, ni nadie que me cuente historietas. Es lo que tuvo el habernos conocido en unas condiciones tan... "especiales".
No agradezco individualmente a cada uno de los que salen en la foto (y los que no están) lo bien que me lo hicieron pasar, porque algún nombre me fallaría, pero sería para hacerlo. Fue un día muy, muy, muy especial.
De hecho, yo que soy de ciudad pura y dura, estoy planteándome si algún día tendré una casita en Tortonda, porque me encanta. Esa aldea de la Alcarria me ha llegado.

Y dándoles las gracias mil veces me despedí de ellos y el domingo de madrugada llegué a Alcalá de nuevo, que era el cumple de mi madre y había que celebrarlo. Y así hicimos, y aunque de eso no hay foto, también nos lo pasamos muy bien. No diré la edad de la cumpleañera, pero caen muchos (tantos que nis molestamos en comprar velas... no iban a caber en la tarta, jeje).
¡¡Felicidades mami!!

viernes, 4 de noviembre de 2011

Día 484


Bueno, esta semana las noticias desde el hospital no han sido ni buenas ni malas. La presión en el nervio óptico del ojo izquierdo parece ser que ha bajado ligerísi(sisisi)mamente, y que la del derecho sigue prácticamente igual. Por lo menos no ha ido a peor, que no es poco.
He vuelto a las inyecciones de metotrexate, vuelta al mantenimiento íntegro y poquito más.

En quince días vuelvo, me van a pasar la itv el neurólogo, el oftalmólogo, y como no, mi hematóloga. Un completo. Mientras tanto, ¡diúretico que te crió!

También es de destacar que esta semana me ha llegado la nueva camiseta de la Fundación J. Carreras, la de Medulín, y tengo que hacerme una foto para mandársela. Además me han llegado veinte póster sobre la donación de médula y ayer por la mañana me llevé unos cuántos al hospital y los estuve colocando, y de paso informé a dos chicas jóvenes que me preguntaron en qué consistía la donación de médula. Creo que irán a hacerse donantes, ¡las vi convencidas!

Y para acabar, esta mañana mi madre y yo hemos estado con la madre de Edu. La mujer está muy mal, pero ha sido bonito recordar al pelón, contar anécdotas suyas, anécdotas nuestras. Es bonito ver como todos sonreímos al recordarle.
Aunque sé que con algunos de nosotros prácticamente hace vida a diario.


Un abrazo peloncetes, mucha energía a todos, ¡para que no nos falten las fuerzas!