¡Hola pelones! ¿Qué tal?
Yo sigo en casa, con las defensas sin subir y empezando lo que sería la fase de mantenimiento con inyecciones y pastillas, para no estar parado. Así que hasta que pueda ir a por el sexto ciclo, sigo experimentando con venenos varios, jaja.
Pero, pero, pero, ¡PERO!, hoy os quiero hablar de Edu. ¿Quién es Edu? Pues es un pelón de treinta tres primaveras, mi compañero de batallas en el hospital, y un ejemplo a seguir.
Él empezó su lucha particular unos tres meses después que yo. Cuándo le diagnosticaron la leucemia (una LAL-B, es decir, que nuestras leucemias son prácticamente hermanas) y le ingresaron, lo hicieron en mi habitación.
He ido viendo como ha ido dando cada paso desde que entró a formar parte de este selecto club, y sinceramente, me parece un tío extraordinario. Para mí es un ejemplo a seguir.
Seguramente ha tenido sus malos días, como todos, pues es lo más lógico, pero nunca le ha faltado una sonrisa en la boca. Siempre con fuerzas, siempre con ganas. Un torbellino.
Nunca le van a encontrar las enfermeras en su habitación, siempre anda perdido por algún pasillo del hospital dándose un paseo, me arrastra, y claro, luego hay bronca a dúo, jajaja.
Y cuándo no está ingresado no creáis que va a parar quieto en casa: sale a darse sus paseos, a tomarse sus cafés, incluso sus vinitos. Se va al pueblo, entra a algún garito de noche. En su casa se pone a pintar las paredes, y sigue atendiendo su trabajo.
Vamos, que es una máquina.
Es un ejemplo de superación, un ejemplo a seguir. Todos deberíamos llevar el asunto como lo lleva él, porque ser pelón con su actitud es mucho más fácil.
Foto: dos pelones de tapas. ¡Mu rico! (Pero con los estragos de la medicación).
1 comentario:
Publicar un comentario